He venido con mi padre a celebrar en el templo basilical del Corazón de María, que guarda la tumba del Padre Mariano, una eucaristía en memoria de mi madre, fallecida hace siete años, y rogar la intercesión del Venerable por mi padre. Próximo a los 90 años, deberá ser operado en los próximos días por un cáncer de piel. Ponemos nuestra confianza en la intercesión del Venerable, como miembros de la familia claretiana a lo largo de nuestras vidas.
Ismael Aparicio
Más de cien devotos del Venerable Padre Mariano Avellana se congregaron la noche del 14 de mayo junto a su tumba en la Basílica del Corazón de María, en Santiago de Chile, para conmemorar el 114° aniversario de su pascua.
Un nuevo aniversario -114°- del fallecimiento o “pascua” del misionero Mariano Avellana Lasierra, brinda una oportunidad especial para reflexionar sobre la personalidad de uno de los más cabales paradigmas que la congregación claretiana puede ofrecer a propios y ajenos, sobre su carisma institucional a lo largo de casi 170 años de vida. Ejemplo que emana del propio fundador, san Antonio María Claret, y que éste anheló con vehemencia ver plasmado en sus hijos.